jueves, 21 de marzo de 2024

Lo que pesa. Cristian Mir Zambrano (Reseña)

 

En estos tiempos y en este mundo tan incierto, el autor refleja hechos ficticios y reales que transcurren en su devenir diario; y que también lo han inspirado para relatar una serie de viajes, hacia el pasado, el actual presente y el venidero futuro.

La poesía, más que ningún otro género, tiene una función estética, aunque no menos importante es su mensaje, que siempre implica un compromiso del poeta con el lector. En este aspecto, lo que ha de sobresalir en un poemario, sobre todas las cosas, es la honestidad.

A mi juicio, Lo que pesa, cumple con creces estas dos funciones aunque, claro, el poso que deja la poesía en el lector es siempre subjetivo, a pesar de que lo leído haya salido de una determinada intencionalidad por parte del autor.

El libro está estructurado en tres partes: “Lácrima”, “Lo que pesa” y “Desolación”. Esta distribución, a partir de los títulos, ya nos predispone, si no a la tristeza, sí a la introspección, a buscar el reposo en las palabras.

Y no nos equivocamos. El poemario empieza como un grito vital del poeta que busca afianzarse en un camino que apenas se adivina, con pasos cortos, precavidos, a veces acuciado por el miedo, buscando no tropezar.

«En tiempos, en donde la podredumbre predomina; / es mejor alejarse de la maldad y la perversidad».

Entre tanto, el poeta se cuestiona dos cosas tan distintas como el hecho mismo de ser escritor y  su futuro, y las dos preguntas se igualan  con una  respuesta negativa.

«¿Soy un escritor en ciernes? / Ni yo lo sé. / ¿Qué me puede deparar el destino? / Tampoco lo sé»

Sin embargo, no saber no es lo mismo que no querer, que no darlo todo por intentar entender y por querer expresarlo.

Esta necesidad nos lleva a una segunda parte donde la poesía fluye a partir de lo cotidiano. El poeta indaga en lo más próximo, anhelando nuevas lecturas para poder escribir: la familia, la enfermedad, la distancia, el florecer de la vida a pesar de la dificultad, la perdida. A veces lo que más pesa es precisamente lo más liviano.

En la tercera parte yo subrayaría una palabra: esperanza, a pesar de todo, a pesar de la guerra, a pesar de la falta de reflexión del ser humano, de sus prioridades. Esperanza, a pesar de la incomprensión.

«Y aún así no pueden / saciar su sed de poder / ambición / fama / reconocimiento/ ...»

El sutil dolor que fluye a través de los versos de Cristian Mir Zambrano es un sentimiento universal que nos recuerda que la inmediatez y la prisa de la sociedad actual solo se pueden equilibrar con la sensualidad de una poesía sin ambages, sin más pretensión que la de desnudarse ante un lector que puede que lo que necesite sea un espejo en el que mirarse, escuchar palabras que pueda compartir o rebatir, un lector que quiera pensar más allá de lo que expresa un emoticono precocinado en esta comunicación alejada de cualquier contacto.

Me gusta su sencillez, pero también su valentía. Como escribe Patricia Castillo, en el prólogo, estamos ante un “laberinto de emociones” cuya lectura no nos dejará indiferentes.

Cristian Mir Zambrano. Lo que pesa. Aliar 2015 Edidiones, 2023.

Pedro Turrión Ocaña

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