jueves, 8 de abril de 2021

Con el amor bastaba, de Máximo Huerta (Reseña)


Con el amor bastaba es una emocionante novela que pone el foco en la única vía de salvación frente a los desencuentros, frente a las diferencias: el amor.”

Uno de los efectos de la globalización es que nos impone la obligación de crear un mundo de iguales con unas características determinadas, pero lo que consigue en realidad es hacer un mundo con una enorme desigualdad: quien no piensa como la mayoría, no vale. Está mal visto ser diferente. Gritamos en masa a favor de la libertad de expresión y sin embargo, a nivel individual, no aceptamos a quien habla diferente, a quien viste diferente, a quien ama diferente; y lo que es peor, no nos damos cuenta de que, en el fondo, a lo que aspiramos todos de verdad para alcanzar la felicidad, es a saber encontrar nuestra diferencia con los demás, aunque sepamos de antemano que es muy posible que nunca seamos capaces de reconocerla. «Hay pocas cosas más bonitas en este mundo que la diferencia; pero todos quieren jardines simétricos, desfiles ordenados y frutas idénticas».

Elio Ícaro un día descubre que puede volar, esa es su diferencia. El problema surge cuando ve que lo ha hecho delante de los demás. Ahora todos sabrán que Elio Ícaro es diferente. «No lo supe hasta que no me señalaron con el dedo». La primera reacción de su padre es la de protegerlo y para ello construye unas prótesis que lo aferrarán al suelo: así será normal, como todos los demás, así será feliz, aunque las prótesis le hagan daño maltratando su cuerpo. Para ser feliz hacen falta muchas más cosas; tener los pies en la tierra no es suficiente si la familia se rompe, cómo no es suficiente la intención de ser feliz para combatir la enfermedad, para desterrar la muerte. Su madre lo entiende de manera diferente: «Debes ser lo que quieres, como quieras, debes ser un hombre libre y, si tu libertad es molesta para los demás, vuela de noche hasta que el día sea capaz de entender el mundo»; pero en su caso, será la búsqueda de su propia felicidad la que se interponga entre los dos y cuando Elio se de cuenta del error, de que también él es humano, ya no podrá volver atrás.

Elio revive su vida mucho tiempo después y piensa que con el amor de los otros habría bastado para empezar a aprender a ser feliz. Todos lo habrían sido junto a él. Leyendo la novela, y viendo los diferentes tipos de amor que están presentes en ella, veo en cada uno las carencias de una sociedad que cree haberlo conquistado todo, y por proximidad, la palabra conquista me lleva a pensar en la palabra guerra.

Y por ese mundo de los parentescos, a partir de las lecturas que siempre tenemos presentes, al leer a Huerta he recordado otra novela de una autora que sé que le gusta, y he visto la complicidad de su personaje, Elio, con aquella Adri de Paraíso inhabitado, de Ana María Matute, capaz de volar encaramada en los armarios-edificio del cuarto oscuro de los castigos, o entre las sábanas-nube del terrado. La gran diferencia que hay entre las dos es que, mientras en Con el amor bastaba podemos viajar con Elio a su paraíso físico de afectos, olores y sabores, y también de pequeñas traiciones, en La Provenza de sus tíos, en la novela de Matute siempre nos quedaremos con las ganas de correr tras ella al mundo de Las Ruinas, lugar donde habita su tía Eduarda. Siempre la guerra lo estropea todo y el recuerdo lejano no siempre llega a tiempo de recuperar todo lo perdido. Lo que sí está presente en las dos novelas es la idea de que la infancia nunca nos abandona, y que lo que de ella recordamos, tantos años después, es lo que nos ha hecho crecer y nos ha mantenido vivos.

Dice José María Merino que un relato no necesita ser verdad para ser creíble, pero sí necesita ser verosímil. También Ana María Matute afirmaba que la imaginación y la fantasía forman parte indisoluble de nuestra realidad, y añadía: «Cuando en literatura se habla de realismo, a veces se olvida que la fantasía forma parte de esa realidad porque, como ya he dicho, nuestros sueños, nuestros deseos y nuestra memoria son parte de la realidad». Por eso Con el amor bastaba tiene que salirse del mundo de la razón y rozar el de la fantasía, para ser entendido, disfrutado, en toda su medida, para convertirse en una novela necesaria. Con el amor bastaba lo es porque, en esta realidad repleta de giros inesperados que nos ha tocado vivir, todos necesitamos en algún momento recuperar la niñez para alimentar nuestra fantasía.

Con el amor bastaba. Máximo Huerta.  Editorial Planeta, 2020.

Pedro Turrión Ocaña




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