jueves, 29 de octubre de 2020

Alice Guy, la inventora del cine

 Alice Guy Blaché, Alison McMahan

«Alice Guy inventó el cine antes que los hombres, pero los libros se olvidaron de ella», esta categórica afirmación es el titular de un artículo sobre la cineasta francesa firmado por Elena Play Morgue, publicado en la revista digital PlayGround, el 27 de mayo de 2018. Por su parte, el pedagogo y antropólogo, experto en “educomunicación”, Enrique Martínez-Salanova Sánchez, afirma de ella que fue «pionera de la narrativa cinematográfica, de la narración de películas y de otras aplicaciones técnicas al cine», en un extenso e interesante trabajo que podemos encontrar en su página dedicada a la comunicación educativa: https://educomunicacion.es.

Una de las publicaciones más completas acerca de la cineasta es, sin lugar a dudas, el libro Alice Guy Blanché (Plot Ediciones), de la documentalista y profesora de cine norteamericana, Alison McMahan (California, 1960), minucioso estudio que la mantuvo ocupada durante diez años. Sin embargo, su descubrimiento de la cineasta francesa no fue premeditado: «Tuve que inventarme a Alice Guy antes de encontrarla», afirma de manera rotunda en la primera línea de la “Introducción”, y explica que lo que ella quería, ya que se iba a dedicar a hacer películas, era encontrar una mujer que hubiera producido una obra abundante fuera del poder económico y estilístico de Hollywood, una mujer que tuviera el mayor control posible de sus producciones y se encontró con Alice Guy.

Según McMahan, la carrera de Guy Blaché es fascinante desde distintos puntos de vista: su extensa duración, su capacidad para desempeñar diferentes papeles, su creatividad. Dirigió aproximadamente mil películas y produjo muchas más. En el libro, McMahan se centra en las cintas supervivientes, apenas unas cien, de toda su producción, después de transitar por una infinidad de preguntas sin respuesta, de dudas y dificultades que comienzan con la controversia existente en la atribución de las primeras cintas rodadas en la compañía de Gaumont. En algunos casos, esta compañía atribuyó a Guy películas concretas, como La Vie du Chirst o Madame a des envíes; en otros, encontró documentos que probarían su dirección o características estilísticas que le llevaron a pensar que una película determinada podía ser de ella. Tampoco fue reconocida en los títulos de crédito en sus películas francesas y hasta 1912 no hubo proceso de registro de propiedad para los guiones, lo que sí encontró fue el gran reconocimiento oficial que recibió en forma de premios. Pero más allá de si Guy dirigió o no todas las películas de Gaumont, McMahan tiene la certeza de que efectivamente las produjo.

Cuenta, que el primer propósito era encontrar las películas, algo que Guy había intentado ya en dos ocasiones, sin apenas éxito. En el momento de su muerte, en 1968, había dado por perdidas la mayoría, excepto tres, encontradas en Berlín por Gerhard Lamprecht. Cuando McMahan inició su estudio, se sabía de la existencia de unas cuarenta. La investigación para el proyecto que se había propuesto la obligó a viajar de un archivo a otro, por los Estados Unidos y Europa, siempre asistida por una gran cantidad de personas. Su intención era llenar un vacío, ya que no existía una biografía o un análisis crítico independiente en forma de libro, sobre Alice Guy o sobre su obra.

Alison McMahan organiza los capítulos del libro en torno a las controversias existentes sobre Alice Guy, tratando de desacreditar los mitos existentes alrededor de ella y de aclarar las verdaderas cuestiones que estos ocultan. Afirma también que dichos mitos y controversias han tenido dos efectos: «hacen que Guy parezca una víctima, sobre todo por la pérdida de su registro histórico, de la que se culpa con frecuencia a distintos historiadores (masculinos); además, los mitos nos han seducido haciéndonos pasar por alto su obra».

Además de los diferentes capítulos, cuyos títulos nos pueden dar una idea de su contenido (El nacimiento de la narración cinematográfica; El sonido reescribe el mundo; El desarrollo de la narración; Solax: una compañía cinematográfica americana; Los largometrajes y el final de Solax Company; El travestismo en las comedias de Alice Guy), el libro contiene, al principio, una relación de las fechas clave en la vida de la cineasta y, al final, diferentes apéndices que, entre otras cosas, contienen su filmografía completa.

Merece la pena detenerse un momento en algunos aspectos de su biografía.

Alice Guy en 1913

Alice Guy Blaché nació en París en 1873, y murió en New Jersey en 1968. Desarrolló muy pronto su amor por la literatura y las artes, tal vez influenciada por su padre, escritor y editor. Con diecisiete años empezó a trabajar como secretaria de León Gaumont, uno de los pioneros de la industria cinematográfica, cuando este aún se dedicaba a fabricar equipos fotográficos. El 22 de marzo de 1895 acompañó a su jefe a la demostración privada, organizada por Louise Lumière, de una nueva cámara que lograba que las fotos fijas adquirieran movimiento. La fascinación que supuso el invento para Alice fue el principio de su dedicación al cine. Mientras su jefe perfeccionaba la cámara, Alice, con 23 años, pensaba en el enfoque que había que dar a las películas. Cuando le sugirió a Gaumont la idea de contar en ellas pequeñas historias divertidas para convencer al posible comprador de la cámara, él, que pensaba que lo que tenía entre manos no era más que un juguete para niños, la dejó hacer, eso sí, los domingos, pues lo más importante para él era su trabajo de secretaria.

Alice Guy realizó la primera película narrativa de la historia del cine en 1896, unas semanas antes de que el realizador Georges Meliès realizara su primer trabajo. La película se tituló La Fee aux Choux (‘El hada de los repollos’). Sin embargo, fue Meliès quien ocupó el lugar en las enciclopedias como primer realizador de ficción cinematográfica, aunque la gran visionaria que entendió el inmenso futuro que tenía el cine fue Alice Guy. Su tataranieta, Alice Guy Peters, dirá al respecto: «lo más asombroso de su vida, y lo que le hizo sufrir más en su vejez, fue su desaparición en la historia del cine. Dedicó sus últimos treinta años de su vida a buscar sus películas en Francia y Estados Unidos».

El éxito que supuso para Gaumont el invento de Alice hizo que sus nuevos equipos de fotografía en movimiento comenzaran a venderse. Alice dejó entonces de ser una secretaria y se hizo cargo de la nueva productora. Todas las películas que realizó en esta época fueron proyectos muy ambiciosos, llegando a producir dos cortos por semana, hasta que en 1905 se hizo cargo de la supervisión de los demás directores de la compañía.

En 1907, Alice contrae matrimonio con el operador de cámara británico Herbert Blaché, director de las oficinas de la compañía en Alemania e Inglaterra. Pronto se trasladan a vivir a los Estados Unidos. Tras un intervalo de tres años, en los que Alice se dedicó a cuidar de su marido y de su hija Simone, retorna a la dirección cinematográfica, fundando con su dinero la productora “Solax Company”, en la que realizó comedias, dramas y hasta un wéstern. Entre 1910 y 1914, la compañía produjo 325 películas, de las que Alice Guy dirigió alrededor de 50. En New Yersey construyó uno de los estudios mejor equipados del mundo, donde siguió dirigiendo películas con gran éxito, hasta 1920. Aunque fundó otras dos compañías, a partir de 1919 le fue imposible competir con Hollywood. En 1922, tras divorciarse de su marido, regresó a Francia y nunca más pudo regresar al cine. En 1949, la Cinemateca de París le rindió un gran homenaje por ser la primera mujer directora de cine en el mundo, no el primer director del mundo. En 1964 regresó a los Estados Unidos acompañada de sus hijas, con el objetivo de recuperar sus películas. Apenas logró encontrar unas pocas, y algunas bajo nombre de dirección de sus compañeros masculinos. Cuando murió, a los 95 años, no hubo esquelas en los periódicos y nadie se acordó de ella.

La primera película de Alice Guy, El hada de los repollos, data de principios de 1896, se trata de un pequeño cuento de hadas rodado en un jardín, en el que un hada, con una varita mágica, hace nacer bebés de los repollos plantados en él. Antes de que Gaumont pusiera un estudio a su disposición, la directora rodó algunas películas, como Los ladronzuelos del bosque verde, La momia o El correo de Lyon. Por esa época, dirigía, supervisaba el trabajo de sus colaboradores, compraba guiones, contrataba asistentes, elegía actores. The call of the rose (‘La llamada de la rosa’), considerada una película de mujeres, cuenta la historia de una cantante de ópera profesional que se casa con un minero, pero que pronto decide volver a los Estados Unidos y continuar con su carrera. En 1906 realizó The life of Christ, su primer largometraje, que incluía más de trescientos extras, algo nunca visto antes. Ese mismo año dirigió La fee printemps (‘El hada de la primavera’), una de las primeras películas en color. Otras películas suyas, dignas de mención, son: La Esmeralda (1905), basada en la novela de Victor Hugo, El jorobado de Notre Dame; The Pit and de Pedulum (1913); Shadows of the Moulin Rouge (1913); My Madonna (1915); House of Cards (1917). En Falling Leaves (1912), el doctor Earl Headley encuentra un milagroso suero que cura la tuberculosis.

Alice Guy fue también pionera en la inclusión de efectos especiales en sus películas, usando técnicas de máscara de doble exposición y filmando escenas en retroceso o usando trucos, como la doble exposición del negativo. Sin embargo, todas esas técnicas fueron atribuidas a Meliès.

Aunque se ha aceptado que Alice Guy fue la primera mujer cineasta y existe una gran controversia en torno a si es la autora de la primera película narrativa de la historia, sí se la puede considerar como la primera narradora visual del cine, la fundadora del cine como narración cultural y la primera persona que dirigió una película en la Historia del cine. Llegó a competir con Hollywood como productora y directora independiente, hasta que el gigante se la comió. Fue una adelantada a su tiempo en todos los aspectos. También fue la primera en usar grabaciones con un gramófono, usándolo al mismo tiempo que las imágenes y fue la productora de una de las primeras películas en color. Hasta hoy, sigue siendo la única mujer que ha dirigido su propio estudio cinematográfico, sin embargo, su papel en la historia del cine ha sido completamente ignorado y olvidado. Fue Meliès quien entró en la historia como pionero en la realización de ficción.

A raíz de la publicación del libro Vida de Alice Guy Blaché, de Alejandra Val Cubero (Eila Editores, 2016), el diario El País publicó el 26 de marzo de 2017 un artículo titulado “Alice Guy Blaché, la pionera del cine sale del olvido”. En él, Gregorio Belinchón incluye un epígrafe que titula “Conspiración de silencio” que, por su interés, reproduzco a continuación:

Cuando en 1930 Léon Gaumont publicó la historia de su productora, decidió iniciarla en 1907 y así ninguneó a aquella secretaria que llegó a ser responsable del 80% del negocio de su empresa. Nunca atendió a los requerimientos de Alice Guy para que reconociera su labor. La quiebra de las productoras que tenía con su marido y su posterior divorcio en 1922 también ayudaron a que su labor desapareciera a ojos del gran público.

Su nombre ha salido del ostracismo muy poco a poco. Sus memorias se publicaron en 1976, algunos estudiosos confirmaron en diversas publicaciones los datos que Guy describía, y en este siglo XXI se ha multiplicado su reconocimiento gracias a tesis doctorales, investigaciones, libros y homenajes. Entre ellos, en España la compañía La Recua Teatro estrenó en 2012 la obra Alice en la sombra de las maravillas, centrada en la cineasta, que contó en su estreno con la presencia de su nieta, Régine Blanché-Bolton, última de la familia en conocerla personalmente y que falleció en enero de 2016.

Varias de sus películas se pueden encontrar en la red en formato digital. Adjunto, como ejemplo, los enlaces a algunas de ellas.


El hada de los repollos (1896): https://www.youtube.com/watch?v=c_xvf-ZEH7I


Spain (1905): https://www.youtube.com/watch?v=pF0JiLzkEL4


Les résultats du féminisme (1906): https://www.youtube.com/watch?v=_MO-LgdE7hE


Pedro Turrión Ocaña


Bibliografía y recursos audiovisuales

Diario El país. https://elpais.com

Martinez-Salanova Sánchez, Enrique. “Alice Guy Blanché. Pionera de la narrativa cinematográfica, de la dirección de películas y de otras aplicaciones técnicas al cine”, en http://educomunicacion.es

McMahan, Alison. Alice Guy Blaché. Traducción de Marta Heras. Madrid. Plot Ediciones, 2006

Playground, en   https://www.playground.media/

Youtube:  https://www.youtube.com


Foto Alice Guy: De Apeda Studio New York - Collection Solax, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=9587009 

Foto portada del libro de Alison McMahan: Amazon 

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